La sorprendente victoria de Edwin Ávila en Tunja envío un mensaje de superación, poder de convicción y evolución sobre la bicicleta, pues siendo un pistero de cuna y sin figurar en la baraja de candidatos, se impuso con autoridad frente a escaladores de renombre como Sergio Luis Henao, Robinson Chalapud, Cayetano Sarmiento, Miguel Ángel Rubiano, Winner Anacona y el ídolo local, Nairo Quintana.
Ávila festejó en la Plaza de Bolívar luego de una remontada épica en el tramo final dejando a su paso y con gran habilidad en el descenso al boyacense Cayetano Sarmiento. Fue la estocada que le entregó un triunfo histórico, y quizá, uno de los más importantes de su carrera junto a los títulos mundiales de pista.
“Dios decide a quién le da los talentos y a quién no. Lo otro es el trabajo y los sacrificios. En mi caso, que solo hacía pista y cambiar a ruta, me fue muy complicado sobre todo al principio. Corriendo en el Team Colombia yo no aguantaba un kilómetro subiendo, me quedaba. Pero ahora estar ganando el Nacional que terminaba subiendo, es un proceso que me da mucho gusto”, agregó el campeón defensor.
Ahora sabe que el domingo 26 de febrero el panorama será distinto. Nadie en el pelotón perderá la pista de sus movimientos, y más aún conociendo que el tramo decisivo con curvas y descensos, un sector llano y un final explosivo, favorecen su destreza sobre la máquina.
“He entrenado, me he preparado bien y hecho todo lo que está mi alcance. Esperemos que con la ayuda de Dios podamos estar en el final. El año pasado no estaba muy marcado, este sí. Es un punto que voy a tener en contra, pero cuando Dios quiere nadie se puede imponer”, dijo el vallecaucano, quien desde su adolescencia representa los colores de la capital de la República.
“Es un campeonato soñado, en casa con toda la familia y los amigos. Es un nacional que está muy abierto y supremamente difícil por el desnivel y el recorrido. Pero estamos preparándonos y con la ayuda de Dios esperamos hacerlo bien”, afirmó Ávila, ciclista que desde la temporada pasada comanda el Team Illuminate, formación estadounidense que promueve una filosofía atípica en el ciclismo globalizado y de alta competencia: no llevan patrocinadores en su camiseta.
Y así lució su pecho durante 2016: limpio y con los colores relucientes de la bandera colombiana. “Voy a tener presión y nervios porque lógicamente voy a querer hacerlo bien. Vamos a tener muchos nervios, más que todo los que son favoritos. Todos van a tener los ojos puestos encima de nosotros, pero apenas demos el primer pedalazo se nos quita y seguiremos en acción”, dice el pedalista de 27 años, que ha realizado buena parte de su preparación con algunos compañeros del equipo.
“Ellos la han pasado súper bien. A todos les encantó Colombia y el clima. Allá por esta época hay mucho invierno y no pueden entrenar, entonces para ellos esto es un paraíso. Dicen que lo tenemos todo y que no hay ningún secreto de por qué los colombianos rendimos tanto”, contó el campeón, que pone la lupa en sus rivales y las condiciones climáticas el día de la gran fiesta.
“Todos pensamos en que ese día no vaya a llover, porque un circuito así, técnico y con tanto sube y baja y curvas, pues sería lo peor para todo el pelotón. Ya después uno se mentaliza y va leyendo la carrera conforme se vayan dando las cosas”, concluyó.
Con información FCC