No hay territorio más plácido para Fernando Gaviria que Argentina. Allí emergió como figura de clase mundial y ahí se sigue ratificando como uno de los velocistas más brillantes del planeta.
Ni la errada señalización en la definición de la etapa pudo sacar del camino al colombiano, que dejó en el camino, como en otras ocasiones, al campeón olímpico Elia Viviani.
Gaviria ajustó su cuarta victoria desde su debut en 2015, año en el que prendió las alarmas del equipo belga, que no perdió la oportunidad de sumarlo a la nómina por recomendación del scouting Joxean Fernández Matxin.
Desde entonces es la joya colombiana la que lleva la batuta en los remates masivos, respaldado por ciclistas de amplia trayectoria como Tom Boonen y el argentino Maximiliano Richeze, fichado con el objetivo de convertirse su lanzador estrella.
Y el colombiano ha sabido responder como los grandes, pese a que apenas es su segunda temporada entre los profesionales. En 2016 abrió su senda triunfal en el Tour de San Luis y ahora es en San Juan donde impone su ley y sigue mostrando porqué es uno de los llamados a hacer historia entre los grandes.
FOTO: VUELTA A SAN JUAN OFICIAL